DEMUERTE BLACK SWAROVSKI es uno de los productos más exclusivos del mundo del vino. Una botella de vino de gran calidad con un toque especial que destaca en cualquier sitio y que pone una nota de glamour a la mesa.
Para que sepas sobre nuestro DEMUERTE BLACK SWAROVSKI hemos redactado este texto en el que te contamos por qué es tan especial.
DEMUERTE BLACK SWAROVSKI
DEMUERTE BLACK sigue acaparando la atención de los expertos y amantes del vino en todos los rincones donde se presenta. Y es que este vino premium de la familia DEMUERTE ha resultado ser un auténtico acierto, conquistando a los paladares exigentes y convirtiéndose en un referente del lujo y de la sofisticación en la industria vitivinícola.
¿No Conoces DEMUERTE BLACK?
DEMUERTE BLACK es un vino que destaca desde el primer momento. Y es que basta con echarle un vistazo para darse cuenta de que tiene un aspecto inconfundible, con una presentación elegante y refinada.
De esta manera, la ya icónica calavera que identifica a los vinos DEMUERTE adquiere un aura de sofisticación aún mayor gracias a los dos cristales Swarovski de 6,40 milímetros que adornan sus ojos. Unos cristales que generan destellos que brillan como estrellas en un cielo nocturno, pues se encuentran enmarcados por un elegante fondo negro que cubre la botella.
La singularidad de esta presentación no tiene igual en el mercado del vino y ha dejado una impresión imborrable en todas las ferias internacionales especializadas que hemos visitado. De ahí que no sea extraño que DEMUERTE BLACK haya cosechado críticas sobresalientes allá donde lo han conocido, destacándose como una verdadera obra de arte enológica.
Vino DEMUERTE BLACK
En copa, DEMUERTE BLACK se presenta como un vino limpio y luminoso, con una intensidad cromática que hipnotiza en un profundo rojo picota. Además, al acercarlo a la nariz, se despliega un abanico de aromas que combinan notas balsámicas con frutas maduras y grosellas. Unos perfumes evocadores que se mezclan de forma armoniosa con especias dulces como el pimentón, la canela y el cacao, creando un bouquet complejo y seductor.
En boca, cada sorbo de DEMUERTE BLACK ofrece una explosión de matices que acarician el paladar. Su exquisita mezcla de sabores revela un equilibrio perfecto entre la potencia y la sutileza, dando lugar a una experiencia degustativa inolvidable.
¿Qué es DEMUERTE BLACK?
Por todo ello, DEMUERTE BLACK no es simplemente un vino; es el resultado de una meticulosa elaboración que comienza en el viñedo. Las uvas utilizadas provienen de cepas centenarias en pie franco de la variedad Monastrell, cultivadas de manera artesanal en un riguroso secano. Estas cepas, no injertadas y de rendimiento extraordinariamente bajo, ofrecen uvas de una calidad excepcional y única.
Además, cada grano se selecciona con sumo cuidado durante la vendimia manual, asegurando así que la materia prima no sufra ningún daño. Las uvas se transportan en cajas de veinte kilos, evitando que reciban golpes pues podrían afectar su integridad.
Una vez en la bodega, el vino se fermenta en depósitos de acero inoxidable a 24°C, seguido de una maceración de 21 días. El proceso culmina con un envejecimiento maloláctico y una posterior crianza en barricas nuevas de roble francés durante un mínimo de 20 meses.
Este minucioso proceso dota a DEMUERTE BLACK de la elegancia y la prestancia que lo caracterizan, creando un vino que brilla por su refinamiento.
Mucho más que un vino
Por todo ello, DEMUERTE BLACK no es sólo un vino; es un viaje sensorial que combina tradición, arte y lujo. Su apariencia impactante y su perfil organoléptico refinado lo convierten en una joya para cualquier amante del vino que busque algo verdaderamente especial. Un tributo al buen gusto y a la excelencia enológica que seguirá deslumbrando a quienes se atrevan a descubrirlo.
Así que, si aún no has tenido la oportunidad de probar DEMUERTE BLACK, no esperes más. Este vino premium de la familia DEMUERTE es una experiencia en sí mismo. Un vino que redefine el concepto de exclusividad y elegancia en cada sorbo.