La fermentación es uno de los procesos más importantes en la creación del vino. De él depende la calidad del vino resultante y las cualidades que finalmente tendrá cada una de las variedades que se estén elaborando en una bodega. Para que puedas conocer mejor en qué consiste y cómo se refleja en el resultado final, hemos querido dedicar este artículo a profundizar en este proceso. Un milagro de la naturaleza que nos regala el vino como resultado final.
La fermentación del vino
En la elaboración del vino hay un proceso determinante que se denomina fermentación. En él el mosto que hemos obtenido de las uvas se va transformando en el vino propiamente dicho. Un trabajo que desarrollan las levaduras, unos agentes naturales que, al interactuar con los azúcares presentes de manera natural en las uvas, generan etanol (también conocido como alcohol etílico) y dióxido de carbono; elementos fundamentales en la creación de vinos. Este proceso viene a denominarse fermentación alcohólica y se desarrolla bajo la atenta mirada de los bodegueros, pues somos conscientes de lo que está en juego.
El tipo de levaduras que se empleen para madurar el mosto, la manera en que se desarrolla la fermentación y la relación que tenga este proceso con la temperatura interna del mosto y con el oxígeno, serán cruciales en la consecución o no de un buen vino. Pues, además, se liberan compuestos que serán la base de los aromas, sabores y texturas que tan bien se valoran en un buen vino.·
Fermentación y calidad
Por todo esto, los viticultores protegen los tanques y las barricas donde fermenta el vino, manteniéndolos sellados, en completa oscuridad. Un proceso para el que se emplean tanques estancos, donde permanecen durante un tiempo limitado antes de pasar a los procesos de envejecimiento donde el vino completa su proceso de maduración. En el caso de los vinos DEMUERTE este proceso se desarrolla en barricas de roble francés excepto en el caso de las variedades Rosé y White, cuyo mosto se desarrolla en depósitos de acero inoxidable.
De esta manera, en WINERYON nos aseguramos de obtener el tipo de vino que deseamos. Ese que tanto gusta a nuestros seguidores y que sorprende gratamente a quienes nos prueban por primera vez.
Estas diferentes opciones hacen que en la saga DEMUERTE podamos encontrar vinos tan diferentes como DEMUERTE BLACK (de un color rojo picota brillante de alta intensidad, con un carácter especiado de gran riqueza, una textura amplia, leves notas tostadas y chocolateadas así como un final intenso); o nuestro DEMUERTE CLASSIC (un vino de color rojo violáceo intenso, con sabor a fruta negra y roja bollería, balsámicos, especias y notas de vainilla, que nos ofrecen un vino suave y untuoso en boca). Sin olvidarnos, claro está, de todos los demás vinos DEMUERTE, que ofrecen una amplia oferta de sensaciones para que cualquier consumidor pueda encontrar el vino que más o mejor se ajuste a sus gustos y necesidades.
Fermentación y vinos
Así pues, la próxima vez que abras una botella de vino piensa en todo lo que ha tenido que acontecer, de manera natural pero controlada, para que eso sea posible. En especial, en lo que guarda relación con la fermentación del vino. Y es que en una época donde todo parece programado, predeterminado o es previsible por el imperio de la tecnología; el vino es una de las pocas cosas que sigue dejando constancia de la grandeza de la casualidad, de lo imprevisible. De que solamente con constancia, tiempo y procesos naturales adecuados y controlados se pueden conseguir realidades diferentes y originales. Realidades que en el caso del vino nos hacen disfrutar y nos acompañan en los mejores momentos de nuestras vidas.